Pentecostés: enviados por el Espíritu
Fidel Herráez Vegas (Arzobispo de Burgos)
Con la celebración de la fiesta de Pentecostés finaliza el tiempo pascual. Pentecostés, que significa “quincuagésimo”, designa el punto de llegada a los cincuenta días de la Pascua, centro y núcleo del año litúrgico. Pentecostés es punto de llegada, pero a la vez punto de partida; es clausura de un acontecimiento, y a la vez apertura e inicio de un tiempo nuevo, el tiempo de la de la Iglesia. En Pentecostés, podríamos decir, comienza nuestra historia como Iglesia. A los discípulos, refugiados en el cenáculo por el miedo, se les convierte en testigos dándoles el don del Espíritu Santo y con Él los dones de la paz, de la alegría, de la comunión, del perdón, del envío a la misión de la Iglesia. Por ello es tan importante para nosotros celebrar esta fiesta en su verdadero sentido.