¡Seamos santos e irreprochables por amor!
Mario Iceta Gavicagogeascoa (Arzobispo de Burgos)
Queridos hermanos y hermanas:
Hoy, en la víspera de la solemnidad de todos los Santos, recordamos la petición con la que el Señor –a través del apóstol san Pablo– nos miró delicadamente a los ojos para suplicarnos, con entrañas de misericordia, que seamos «santos e irreprochables ante él por el amor» (Ef 1,4). Porque Él es santo.
Todos estamos llamados a la santidad, y el Señor no espera de nosotros que nos conformemos con una existencia vana, vulgar y vacía de amor. La llamada está repleta de nombres, de miradas y de rostros; y Su voz está dirigida tanto para quienes ya disfrutan de la presencia del Padre como para aquellos que están a la espera, en el umbral de la esperanza.