Una jornada diocesana especial
Fidel Herráez Vegas (Arzobispo de Burgos)
Estamos empezando el curso pastoral y nos disponemos a acogerlo como don y tarea. Porque Dios Padre, Hijo y Espíritu nos lo regala como gracia y tiempo oportuno para que sigamos escribiendo en nuestra diócesis su historia de salvación. Este año lo iniciaremos oficialmente también con una Jornada Diocesana de Formación, que tendrá lugar el próximo viernes, día 27 por la tarde, en la Facultad de Teología.
Algo que viene siendo habitual, en esta ocasión tiene un carácter especial que deseo subrayar y comentar brevemente hoy en mi mensaje dominical. La Jornada estará centrada en la presentación pública y en la puesta en marcha efectiva del proyecto que nos va a ocupar durante los próximos años: la Asamblea Diocesana unida al Año Jubilar concedido por el Papa con motivo del VIII Centenario de nuestra Catedral.
Deberemos vivir este proyecto como un auténtico acontecimiento eclesial, protagonizado por todos los que nos sentimos miembros de la Iglesia de Jesucristo en Burgos. Ese acontecimiento nos hará profundizar en el manantial de la alegría de nuestra vida cristiana, en la eclesialidad de nuestra fe y en el sentido de nuestro testimonio evangélico en el mundo.
A lo largo de los próximos meses iremos comentando diversos aspectos de esta Asamblea al ritmo de sus distintas fases. En este itinerario nos encontraremos todos juntos en un proyecto compartido. Cada uno con su carisma, cada uno desde su lugar, cada uno con sus programas propios, pero viviendo todos lo que algunos denominan la «mística del nosotros»: decir «nosotros» en un acto eclesial puede ser una experiencia mística comunitaria si nos sentimos convocados por el Señor Resucitado, presente en medio de la comunidad y alentados por su Espíritu.