Evangelio del domingo, 28 de noviembre de 2021
Primer domingo de Adviento significa que comenzamos un nuevo año litúrgico, un año en que iremos recordando los principales sucesos y enseñanzas de Jesucristo. Al comenzar este nuevo año litúrgico nuestra actitud debe ser de entusiasmo por poder vivir el encuentro con Jesús cada día, para poder encontrarnos más llenos de su gracia y de obras buenas el día del encuentro definitivo, que será nuestra alegría.
Adviento significa venida. Recordamos muy vivamente la primera venida de Jesús en Navidad, esperamos su definitiva venida para juzgarnos y vivimos las continuas venidas que Jesús tiene en nuestra vida a través de los diferentes sucesos en los cuales está Dios presente, aunque no le sintamos. En este primer domingo de adviento todos los años se acentúa un poco en las lecturas la última venida de Jesús, para la cual nos tenemos que preparar. Hoy Jesús nos habla de tres actitudes que debemos tener, como mejor preparación para su venida: vigilancia, lucha contra los vicios y oración. El tiempo de adviento nos habla mucho sobre la esperanza, que es señal de vida. Aquel que no tiene esperanza es como un cadáver ambulante.
Jesús acababa de hablar a los apóstoles sobre la destrucción de Jerusalén y del templo. Esto les llenó a ellos de angustia. Jesús no retira sus palabras anteriores, sino que acentúa más los signos del final de las cosas. Sin embargo, estas palabras no son para atemorizar, sino para dar esperanza. Lo importante del evangelio de hoy no son las palabras escritas con símbolos apocalípticos, acomodándose al estilo oriental, sino las palabras de esperanza: “Ante todo esto cobrad ánimo y levantad vuestras cabezas, porque se acerca vuestra liberación”. Más que hablar del fin del mundo, Jesús quiere abrir las puertas a la esperanza. Las palabras de Jesús son de consuelo y esperanza frente a las tribulaciones y tristezas de la vida. Jesús nos quiere decir que los mismos acontecimientos que desorientan a la mayoría de los humanos, para los cristianos deben ser signos de que la salvación está cerca y nos deben acercar al Señor.