Comunicar esperanza y confianza en nuestros tiempos
Fidel Herráez Vegas (Arzobispo de Burgos)
Celebramos hoy la solemnidad de la Ascensión. En nuestro peregrinar pascual a lo largo de este tiempo de Vida, escuchamos también hoy de los labios del Maestro la invitación a compartir esa experiencia con nuestros hermanos. También nosotros, como los apóstoles, acogemos el mandato misionero: «Id al mundo entero y predicad el Evangelio». Lo hacemos teniendo como marco nuestro Plan Diocesano de Pastoral en el que venimos profundizando precisamente en nuestra realidad de «Discípulos Misioneros».
El Señor sube al cielo tras haber alimentado y guiado los primeros pasos de la Iglesia naciente. Pero, como escuchamos en el Evangelio, Él no nos deja huérfanos: nos regala el don de su Espíritu que alentará nuestro interior y nos guiará ante los retos de nuestra Iglesia. Es ese mismo Espíritu el que nos lanza con nuevo ardor y valentía a los límites de nuestro pequeño mundo. Tenemos que redescubrir con urgencia esta vocación misionera en la nueva etapa evangelizadora en la que nos encontramos: es necesario «salir» de nuestra comodidad, de nuestros esquemas y costumbres para tomarnos en serio el Evangelio y abrirnos, con esperanza y confianza, al nuevo horizonte de la evangelización.
A la luz del encargo del Señor en su Ascensión la Iglesia celebra en este día la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. Y es que en esta tarea evangelizadora los medios de comunicación social son fundamentales. Éstos, tan variados en sus formas, juegan un papel importante en nuestro día a día y configuran nuestra cultura. Junto a los medios tradicionales como la prensa, la radio o la televisión, las redes sociales marcan nuestra vida, nuestras conversaciones, nuestra información, nuestras opiniones, nuestro entretenimiento...