Cuento de casa con ventanas
La primera vez que la abuela fue a visitar a los nietos, estuvo llena de sorpresas. Una de ellas, fue la casa en donde vivían.
—Me parece que les quedó una piedra gigante en medio de la cocina—dijo nada más entrar.
Le explicaron a la abuela que esas piedras eran la base de la casa, que era muy difícil sacarlas y que lo mejor era incorporarlas a la vivienda. Muchas de las piedras que estaban cerca de la construcción las habían utilizado para realizar el muro de contención. Otras, las trajeron desde el río seco con carretillas, haciendo muchos viajes. Cada piedra tenía su historia.
— ¿Por qué no utilizaron ladrillos y cemento? —quiso saber la abuela.
Para la construcción de las casas utilizaron el material que había en la zona. También averiguaron cómo construían las viviendas los pueblos que habían habitado esas tierras desde hacía muchísimos años. Llevaron a la abuela a hacer un recorrido y le mostraron algunas viviendas. Las que estaban realizadas con bloques de cemento eran muy frías en invierno y muy calurosas en verano. En cambio, las que estaban hechas de piedra y adobe, mantenían la temperatura siempre agradable.