Francisco Gil Hellín (Arzobispo de Burgos)
Dios no quiere que el mundo sea una inmensa sacristía sino un templo grandioso en el que todas las criaturas, siendo cada una lo que debe ser según su plan creador y redentor, entone un prodigioso concierto para gloria suya y deleite de todos sus hijos. Para ello es indispensable que la familia, la educación, el trabajo, la sanidad, la economía, la política, la ciencia, el arte, el deporte y el ocio cumplan el fin para el que él las ha llamado a la existencia.
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El pasado martes 21 de Abril de 2015 fue presentado en el Aula Magna de la Facultad (C/. E. Martínez del Campo, 10) el libro: ¿Por qué hay tantas religiones? El cristianismo y la verdad de las otras creencias por su autor D. Manuel Guerra Gómez, catedrático emérito de la Facultad de Teología en Burgos. Junto al autor intervinieron D. José Luis Cabria Ortega, catedrático de la Facultad de Teología en Burgos, y D. Enrique Chuvieco de la editorial Digital Reasons, SC
Manuel Guerra Gómez es sacerdote diocesano (Burgos), Doctor en Filología Clásica (Salamanca) y en Teología Patrística (Institutum Augustinianum, Roma), Catedrático de Griego bíblico, Latín cristiano, Teología patrística y de Historia de las Religiones en la Facultad de Teología del Norte de España, Sede de Burgos, Profesor (años alternos) de Historia de las Religiones en la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra y en el Estudio Teológico de San Ildefonso (Toledo). Ha publicado 29 libros.
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El bar solidario que se organizará junto a la parroquia el próximo Domingo 26 de Abril de 2015 y en la que participarán gran parte de los jóvenes, destinará su recaudación a la construcción de un acceso al agua potable con energía solar fotovoltaica que permita el pleno funcionamiento del colegio preescolar "Emilie de Villeneuve" de Sao Domingos en Guinea Bissau.
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Juanito Juanolas era un niño simpático y popular al que todos querían. Era tan divertido, bueno y amable con todos, que le trataban estupendamente, siempre regalándole cosas y preocupándose por él. Y como todo se lo daban hecho y todo lo tenía incluso antes de pedirlo, resultó que Juanito se fue convirtiendo en un niño blandito; estaba tan consentido por todos que no aguantaba nada, ni tenía fuerza de voluntad ninguna: las piedras en el zapato parecían matarle, si sentía frío se abrigaba como si estuviera en el polo, si hacía calor la camiseta no le duraba puesta ni un minuto y cuando se caía y se hacía una herida... bueno, eso era terrible, ¡había que llamar a un ambulancia!.
Y se fue haciendo tan notorio que Juanito era tan blando, que un día el propio Juanito escuchó como una mamá le decía a su hijo "venga, hijo, levanta y deja de llorar, que pareces Juanito Juanolas". Puff, aquello le hizo sentir tanta vergüenza, que no sabía qué hacer, pero estaba seguro de que prefería que le conocieran por ser un niño simpático que por ser "un blandito". Durante algunos días trató de ver cuánto podía aguantar las cosas, y era verdad: no aguantaba nada, todo le resultaba imposible de soportar y cualquier dolor le hacía soltar lágrimas y lágrimas.
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