Te busco
entre los pinceles de mi adviento
en la línea justa,
de esta imagen que sabe a cada día.
Y en la vida de mis cuadros,
me creo pincel, o a veces lienzo,
bastidor o témpera,
o el agua y la acuarela.
Después de tantos borradores,
ensayos o bocetos
en nada me concreto,
vacío y noche.
Y de nuevo te busco,
como musa del pasado,
como presente
y lo quiero en cada trazo.
Te busco como lienzo,
de mis muertes que te alumbran
de tus colores en mi noche,
de Velázquez y Greco de misterio.
Pero en mi lienzo negro,
de futuros y pandemias,
sin pesebres ni posadas,
el amor ya se dibuja.
El Verbo se hace carne,
el que existía en el principio,
el que sigue guardando silencio,
y sigue siendo vida y esperanza, nuestra, mía y tuya.
Y la palabra, y el verbo
se hace color, y pintura, y lienzo,
se hace boceto, para todos,
en la navidad y en el tiempo.
Y el verbo,
a pincel y bastidor,
en tu lienzo, o en el tuyo y mío…
se hace cuerpo…
Y alma,
y aliento.