Somos las manos de Cristo
He oído la historia de una imagen de Cristo muy venerada en un pequeño pueblecito...
En tiempo de la segunda guerra mundial una bomba destruyó la Iglesia.
Pasado el acontecimiento, los fieles empezaron a buscar por entre las ruinas los restos mutilados del crucifijo... Encontraron todo menos las manos.
El artista que iba a repara la imagen dijo que él le haría unas manos nuevas. El pueblo no lo admitió: todos querían las manos “auténticas del Crucificado.
Por fin se les ocurrió poner al pie de la imagen del Cristo sin manos, una leyenda que decía: “Ustedes son mis manos”.