La apertura de la Puerta Santa del Perdón da comienzo al Año Jubilar de la Catedral de Burgos
Puedes descargar el himno del Año Jubilar por el VII Centenario de la Catedral aquí:
Download
Aquí puedes escuchar la maqueta del himno del Año Jubilar por el VIII Centenario de la Catedral:
Bajo el lema «Sois templo de Dios» se ha iniciado oficialmente el Año Jubilar de la Catedral de Burgos con la solemne apertura de la Puerta Santa del Perdón por el administrador apostólico, don Fidel Herráez Vegas.
A la celebración se han sumado los obispos de Osma-Soria, Pamplona, Palencia, Vitoria, Tarija (Bolivia) y el obispo emérito de Jaén así como los abades de Santo Domingo de Silos y San Pedro de Cardeña. También han estado representados cada uno de los once arciprestazgos de la diócesis con las cruces de sus respectivos arciprestazgos, así como las distintas delegaciones de pastoral sectorial, además de los miembros del Cabildo Metropolitano.
La apertura de la Puerta Santa del Perdón ha estado precedida por la lectura del Decreto del Año Jubilar concedido por el papa Francisco con motivo de la celebración del VIII Centenario de la colocación de la primera piedra de la Seo burgalesa. Seguidamente ha salido la procesión desde la Capilla del Santo Cristo hasta la puerta principal.
Una vez en la puerta principal, el obispo ha cumplido con el rito de golpear tres veces la puerta con el asta del báculo para solicitar su apertura y atravesar el umbral portando el libro de los Evangelios. Ya en el altar mayor, y antes de comenzar la solemne eucaristía, se ha hecho memoria del bautismo, con la aspersión del agua bendita por el obispo a los concelebrantes, ministros y fieles.
La eucaristía ha servido también como despedida del que ha sido arzobispo de la diócesis durante los últimos cinco años, don Fidel Herraéz.
En sus palabras de despedida, don Fidel ha dado gracias, en primer lugar, a Dios, por haberle acompañado desde su niñez y por haberle encomendado esta «esposa eclesial». «Llegué a esta Iglesia Diocesana traído por el amor de Dios y el amor de los demás. Os seguiré queriendo desde el silencio y el anonimato, seguiré palpitando en el corazón de esta Iglesia Diocesana».
Tras agradecer a toda la comunidad diocesana y a la sociedad burgalesa haber compartido con él esta etapa, ha tenido un especial recuerdo por los más necesitados y las personas que están sufriendo por la pandemia. También ha aludido a su sucesor, don Mario Iceta, a quien nuevamente ha calificado como «un regalo maravilloso para esta Iglesia diocesana que peregrina en Burgos», como «también esta Iglesia diocesana es un inmenso regalo para don Mario Iceta».