Evangelio del domingo, 7 de febrero de 2021

El Evangelio de hoy narra una especie de “24 horas de Jesús”: a mediodía, en casa de Simón y Andrés. Tras la comida, por la tarde, le vemos rodeado de gente, aportándoles salud. Después de la noche, madruga para orar en un lugar apartado. Cuando le encuentran sus discípulos para decirle que todos le buscan, se pone de nuevo en camino… “Jesús no para”, es tal la caridad pastoral que lo mueve que podemos decir que lleva un fuego en el corazón que le mueve constantemente.

¿Qué nos dice el Señor hoy? – parece un desafío, una invitación a “hacer lío”, a no conformarnos ni dejarnos estar… Jesús nos invita hoy a apostar por metas altas. Hemos sido hechos para cosas grandes: vivir, crecer, amar, servir, entregar… No nos conformemos con las migajas del banquete de la vida. Dios nos ha sentado a su mesa y Jesucristo cuenta con nosotros.

Llamados a que con la ayuda del Señor superemos nuestras flaquezas ¿cómo estamos poniéndonos al servicio de la misión? ¿tengo conciencia de cuál es mi misión?

 

Lectura del santo evangelio según san Marcos (1,29-39):

En aquel tiempo, al salir Jesús y sus discípulos de la sinagoga, fue con Santiago y Juan a casa de Simón y Andrés. La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, y se lo dijeron. Jesús se acercó, la cogió de la mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso a servirles. Al anochecer, cuando se puso el sol, le llevaron todos los enfermos y endemoniados. La población entera se agolpaba a la puerta. Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos demonios; y como los demonios lo conocían, no les permitía hablar. Se levantó de madrugada, se marchó al descampado y allí se puso a orar.

Simón y sus compañeros fueron y, al encontrarlo, le dijeron:

«Todo el mundo te busca.»

Él les respondió:

«Vámonos a otra parte, a las aldeas cercanas, para predicar también allí; que para eso he salido.»

Así recorrió toda Galilea, predicando en las sinagogas y expulsando los demonios.

Palabra del Señor

Parroquia Sagrada Familia