Evangelio del domingo, 24 de enero de 2021
Puedes ver la misa del sábado tarde aquí:
Los discípulos eran capaces de dejar todo y seguir a Jesús. Ruego por la libertad que me permite escoger entre irme y dejar atrás, o quedarme, buscando el camino que más servicio preste al Señor.
A medida que Jesús llamaba a sus seguidores, reconocía en ellos sus habilidades y les hablaba en sus propios lenguajes. Pienso cómo Jesús me hablaría, mientras escucho su invitación a seguirlo.
¿Puedo retroceder y encontrar los pasos que me guiaron a desear un encuentro más cercano con el Señor?
Hemos supuesto que los primeros discípulos ya conocían a Jesús o, por lo menos, habían escuchado hablar bien de Él. Eso podría explicar en parte el hecho que hubieran empacado y dejado todo, sólo por seguir a un predicador desconocido.
En las Oraciones por la Unidad de la Iglesia, nos unimos en oración y alabanza, como la gente que cree que Dios se hizo hombre en el Señor y Salvador, Jesucristo. Compartimos en un bautismo por el perdón de los pecados. También reconocemos que nuestra unión en la fe necesita ser alimentada y profundizada. A través de nuestra oración, trabajo y estudio juntos, la unidad entre los cristianos se volverá incluso más perfecta.
Lectura del santo evangelio según san Marcos (1,14-20):
Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios.
Decía:
«Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio.»
Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando el copo en el lago.
Jesús les dijo:
«Venid conmigo y os haré pescadores de hombres.»
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Un poco más adelante vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon con él.
Palabra del Señor