Evangelio del Domingo, 1 de octubre de 2017

Pocas palabras han sido más manipuladas y tergiversadas como las que aparecen en el Evangelio de este domingo: "Las prostitutas y los publicanos os prece­derán en el Reino de los Cielos". El fraude a lo dicho por Jesús es tan grande, que hasta se ha llegado a decir que Él alaba a quienes venden su cuerpo o son corruptos y ladro­nes, y condena a los bienpensantes y prac­ticantes. Jesús dice otra cosa. Él tiene delan­te a un grupo de escribas y fariseos, fieles observantes de la Ley, que, cuando ha llega­do él, que es "el fin de la Ley", le han recha­zado y le condenarán a muerte. En cambio, las prostitutas y los publicanos, que no ob­servaban ni practicaban la Ley, se arrepin­tieron con la predicación del Bautista. Por eso, les preceden en el Reino de Dios, que es Él mismo. Y se lo ilustró con una parábo­la breve y sencilla.

Un padre tenía dos hijos y les mandó a trabajar a la viña. Uno dijo: "sí, voy enseguida", pero se arrepintió y no fue. En cambio, el otro dijo: "no me da la ga­na ir", pero se arrepintió y fue. Cuando Jesús pregunta a los fariseos quién hizo la volun­tad del padre, no tuvieron dificultad en en­contrar la respuesta pertinente: "el que fue a trabajar a la viña". Luego les dio la clave para interpretar la parábola:Vino Juan lla­mando a la conversión y no le hicisteis ca­so; en cambio, los publicanos y las prostitu­tas escucharon sus palabras y se arrepintie­ron. Por ello, no sois vosotros los que cumplís la voluntad de Dios sino ellos. No por lo que era "su profesión", sino porque la dejaron y cambiaron de conducta.

Vale la pena preguntarse en cuál de los hijos nos reconocemos. ¿Acogemos la Palabra de Dios que nos llama a la conversión, a cambiar de vida, a dejar el pecado en todas sus gamas y a iniciar una vida nueva, o la oímos como quien oye llover y seguimos enfrascados en los negocios sucios del dinero, del sexo, de la droga, del aborto, de la explotación del débil, de las injusticias, del abandono de los padres que llegan a mayores, de cambiar de pareja como se cambia de chaqueta? Jesús sale a nuestro encuentro para decirnos: Aunque hasta ahora no hayas querido ir a mi viña, estás a tiempo para cambiar tu 'no' en un 'sí'.

 

Lectura del santo evangelio según san Mateo (21,28-32):

En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo:

«¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: "Hijo, ve hoy a trabajar en la viña." Él le contestó: "No quiero." Pero después recapacitó y fue. Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: "Voy, señor." Pero no fue. ¿Quién de los dos hizo lo que quería el padre?»

Contestaron:

«El primero.»

Jesús les dijo:

«Os aseguro que los publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino del reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia, y no le creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y, aun después de ver esto, vosotros no recapacitasteis ni le creísteis.»

Parroquia Sagrada Familia