La emblemática procesión del encuentro, celebrada el Jueves Santo en Burgos, congregó a miles de fieles en el corazón de la ciudad para presenciar el emotivo encuentro entre Jesús con la Cruz a cuestas y Nuestra Señora de los Dolores. El acto central tuvo lugar en la plaza del Rey San Fernando, frente a la Catedral, donde ambas imágenes se encontraron en un momento de profunda devoción y recogimiento.
Destacar la participación activa y numerosa de la Cofradía de Cristo Resucitado con sus velones iluminados, creando una atmósfera de solemnidad y fe. Entre ellos, sobresalían especialmente sus miembros más jóvenes; los niños de la cofradía, reflejando el compromiso de las nuevas generaciones con las tradiciones de la Semana Santa burgalesa.
La imagen de Jesús con la Cruz a cuestas partió desde la parroquia de San Cosme y San Damián, mientras que la de Nuestra Señora de los Dolores lo hizo desde la iglesia de San Gil Abad. Ambas procesiones recorrieron las calles del centro histórico hasta encontrarse en la plaza del Rey San Fernando. Allí, tras una breve liturgia de la Palabra, se escenificó el abrazo entre el Hijo y la Madre, acompañado por las marchas interpretadas por las bandas de las cofradías organizadoras.
Al concluir el acto, Jesús con la Cruz a cuestas se dirigió a la Catedral para realizar una estación de penitencia ante el Santísimo Sacramento, mientras que Nuestra Señora de los Dolores regresó a su templo, donde fue recibida con el canto de "La Salve" y el "Himno a la Dolorosa".
