Adviento: caminar atentos, vigilantes y esperanzados
Fidel Herráez Vegas (Arzobispo de Burgos)
Comenzamos hoy el camino del Adviento que culminará en la Navidad. El Adviento es un tiempo de gracia y de esperanza, de vigilancia y espera. Un año más evocamos y actualizamos que el Señor viene, se hace uno de nosotros. Y debemos prepararnos. Jesucristo se manifiesta y desvela la grandeza de un misterio que ha cambiado la historia y que sigue iluminado hoy el camino de toda la humanidad.
El Adviento, en palabras del Papa Francisco, «es el tiempo que se nos da para acoger al Señor que viene a nuestro encuentro, también para verificar nuestro deseo de Dios, para mirar hacia adelante y prepararnos para el regreso de Cristo..., viviendo atentos, vigilantes y esperanzados. La persona que está atenta es la que, en el ruido del mundo, no se deja llevar por la distracción o la superficialidad, sino que vive de modo pleno y consciente, con una preocupación dirigida en primer lugar a los demás... La persona vigilante es la que acoge la invitación a velar, es decir, a no dejarse abrumar por el sueño del desánimo, la falta de esperanza, la desilusión; ...estar atentos, alerta y esperanzados son las condiciones para permitir a Dios irrumpir en nuestras vidas».