29 Mar

De 10:00 h. a 10:30 h. Avda. Reyes Católicos y Avda. del Cid.
De 10:30 h. a 11:00 h. Fco. Martínez Varea, Sda.Familia y Urb. Jerez
De 13:00 h.a 13:30 h. José María de la Puentey Jerez
De 13:30 h. a 14:00 h. Doña Berenguela y Padre Aramburu.
De 14:30 h. a 15:00h. San Francisco y Villarcayo.
De 15:00 h. a 15:30 h. Sedano y Federico Olmeda.
De 15:30 h. a 16:00 h. Avda. Cantabria y Fco. Sarmiento.
De 16:00 h. a 17:00 h. León XIII y voluntarios.

29 Mar
Viernes Santo - Confesiones
29.03.2024 10:30 - 12:00
29 Mar

En el interior de la iglesia

Evangelio del Domingo, 24 de Abril de 2016

Las últimas palabras de un padre, de un masestro o de un líder tienen siempre sabor a testamento. Las de Jesús no son una excepción. Eso explica que el evangelio de este domingo sea muy importante a pesar de su brevedad. Porque contiene "el testamento de Jesús". Lo que él quiso dejar a sus discípulos como "el distintivo''; El testamento de Jesús lo conocemos bien: "Os doy una mandamiento nuevo: que os améis unos a otros como yo os he amado. En esto conocerán que sois discípulos míos".

Quizás alguno se sorprenda de que Jesús llame "nuevo" a un mandamiento que ya existía en el Antiguo Testamento. Sin embargo, Jesús tiene razón, porque él no dice simplemente que nos amemos los unos a los otros sino que hace este añadido: "como yo os he amado". Esta es la novedad radical. Los discípulos tenemos que amarnos y amar a los demás como nos ha amado Jesús. Ya sabemos cómo fue su amor: incondicional, universal, hasta el extremo, dando incluso su vida por quienes le estaban crucificando.

Haría falta ser muy soberbio para pensar que nosotros podemos amar de este modo con nuestras propias fuerzas. No somos capaces de hacerlo. Porque somos demasiado débiles, demasiado egoístas, demasiado ególatras, demasiado tardos en superar los rencores, cuando no los odios, demasiado envidiosos, demasiado volubles. Necesitamos una fuerza superior a nosotros que haga posible lo que nos resulta imposible. Amar alas demás como Jesús nos ha amado, sólo es posible con el amor que él mismo nos comunica en la Eucaristía. Quien comulga, comulga al Amor, a la Fuente del amor, al Horno más ardiente de amor que cabe imaginar. Queda, pues, sumergido, anegado, traspasado por el Amor. Lo han entendido muy bien los mártires y los encarcelados por su fe, que siempre se las han arreglado para celebrar la misa o recibir la comunión. ¡Qué necesidad tiene el mundo de hoy de personas que amen de verdad hasta el sacrificio de su vida! El cristianismo -que tiene ese distintivo- es, por tanto, más actual que nunca. Pero hay que vivirlo como nos mandó Jesús: amándonos los unos a los otros "como él" nos ha amado y nos ama.

 

Lectura del santo evangelio según san Juan (13,31-33a.34-35):

Cuando salió Judas del cenáculo, dijo Jesús: «Ahora es glorificado el Hijo del hombre, y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, también Dios lo glorificará en si mismo: pronto lo glorificará. Hijos míos, me queda poco de estar con vosotros. Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros; como yo os he amado, amaos también entre vosotros. La señal por la que conocerán todos que sois discípulos míos será que os amáis unos a otros.»

Parroquia Sagrada Familia